Esther, una chica majísima de Alicante con quien trabajé hace años en un videoclub (uno de mis sueños cumplidos, para un amante del cine es como tener barra libre), quería regalarle a su hermano algo distinto por Navidad... Cuando encontró mi web de
SúperChulo y vió las láminas personalizadas no se lo pensó dos veces. Me contó la afición de su hermano y su novia por la percusión, el lugar en el que trabajan y se conocieron, las pelis de Tim Burton que les fascinan, su playa de Muchavista, y por supuesto reservamos un hueco para la pequeña Frida, una simpática perra que les alegra la vida.
Cualquier excusa es buena para regalar una lámina personalizada, y en ella se pueden plasmar muchas cosas: Viajes especiales que habéis hecho, lugares con un significado especial, vuestras mascotas, aficiones y películas favoritas, y todo aquello que os motive y os haga soñar. Si queréis ver esta y otras láminas podéis hacerlo en mi web:
www.superchulo.es
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