miércoles, 13 de abril de 2011

...Manos de Papel, Corazón de Miel...

Hace tres años escribí un cuento, un pequeño relato a modo de regalo de cumpleaños. El mismo día de entregarlo, in extremis, terminé de escribir la última palabra. Y ya sin tiempo, en apenas una hora, realicé cinco ilustraciones para el cuento.
Uno de mis planes a medio plazo es retomar este trabajo y convertirlo en un álbum ilustrado.


A continuación un fragmento del texto:

Una absoluta y extraña inocencia habitaba los enormes ojos negros de Sandra. Parecía como si algún genio hubiera arrancado una a una las raíces de los sueños de todas las infancias del mundo y las hubiera plantado en el vasto y fértil campo de su corazón, donde habrían florecido de una manera única y casi inexplicable, irradiando una luz que escapaba de toda definición y comprensión, trascendiendo a los colores, a las formas y a las palabras, y finalmente atrapada en lo más profundo... Tan solo una milmillonésima parte de esa luz se intuía en aquellos ojos grandes y despiertos, pero sin duda, se trataba de una luz singular y poderosa. Camuflados bajo el despeinado flequillo de azabache, esquivos y nerviosos, miraban atentos a su alrededor en todo momento. Sandra buscaba y encontraba la inspiración en todas las cosas que le rodeaban. Ya desde pequeña inventaba historias con muñecas mutiladas y rotas, cosa que no le diferenciaba demasiado de las otras niñas, pero Sandra imaginaba esas historias en un mundo en el que ella misma era una de esas muñecas.

El destino que le aguardaba, al parecer, no estaba carente de cierta ironía.


Atareada y enfrascada en el silencio de la concentración se encontraba aquella noche, la noche que empezó todo; la noche que le cambió la vida...




Todo empezó con una sonrisa imposible.


                                                                                                           Alex Rey.2008

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