martes, 20 de noviembre de 2012

...Hombre Árbol...

Tres cuartas partes árbol, una cuarta parte hombre... Y está bien que sea esa la proporción, pues algo más de hombre haría de ester ser un ente despreciable. Su cara de pena refleja el peso de la cruz que lleva consigo, despreciado por los suyos y buscando su lugar en el bosque. No tuvo la culpa de crecer desarraigado, fue una mala jugada del destino, pero así es la vida de los árboles. Pasa muy lenta y por mucho que griten nadie les escucha.

Cuando suena una sierra en lo profundo del bosque, los demás árboles le miran de reojo con desdén. Pobre Hombre Árbol, ni los perros quieren mearle en el tronco.

Tinta. Sketchbook.


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