Mi amiga Érica Esmorís prepara un documental experimental sobre el absurdo sistema de producción alimentaria del que nos servimos, y gracias al cual, miles de kilos de carne terminan en la basura. Una aberración de este, nuestro "primer mundo", que consiente tal hecho con una normalidad monstruosa.
Érica acudió a mi para que plasmara en una imagen todos los conceptos que abarca su documental.
Esta fue mi propuesta.
En la labor de investigación, en busca de referencias sobre el tema, me llamaban la atención los gráficos de despiece de vacunos y porcinos, que para mi tenían un aire rancio, como de otra época. Como si estuvieran colgados y enmarcados en una vieja carnicería de barrio. Dichos gráficos parecen intentar justificar de alguna manera que esos animales están aquí, en el mundo, para que nosotros los despiecemos siguiendo estrictamente ese plano; como unas instrucciones divinas a las que debemos ceñirnos. Como si el animal estuviera compuesto de esas partes divisibles y procesables para nuestra alimentación, única y exclusivamente.
Tan absurdo como enseñarle un mapamundi político a un extraterrestre. Seguramente te preguntaría: "¿Donde están esas lineas? Porque yo desde mi nave espacial no vi nada de eso."
En fin...reflexiones que uno se hace a veces.
